Sunday, December 30, 2012

Cananea entre 1901 y 1905


Según vimos ya en los artículos anteriores de esta serie, el mecanismo de Greene para capitalizar el desarrollo de sus empresas era conseguir préstamos y con ellos pagar el “enganche” para iniciarlas, y después, con los ingresos que se lograran, ir cubriendo los dividendos a los inversionistas a la vez que se iba pagando a los dueños de los terrenos o minas.

Sin embargo, hubo algunas inversiones que no redundaron en beneficios, como el caso de los tractores adquiridos para transportar productos a Cananea desde la frontera, que no funcionaron sobre el terreno de la región, ya que se atascaban en el lodo.

También estaba el ferrocarril de vía angosta a Puertecitos que tampoco trajo grandes beneficios para la compañía a pesar de su costo. Por ejemplo, se operaban alrededor de 20 trenes diarios de mineral entre las minas como Capote y la fundición, que estaban situadas sobre terreno más o menos plano, y así fue cómo  las minas Veta Grande, Capote y Oversight produjeron casi 800 mil toneladas de mineral para 1905.

Y si comparamos con esta producción la de las minas situadas más arriba de la sierra de Cananea, que eran manejadas a través del ferrocarril de Puertecitos, que era de una ruta difícil, tenemos que las cubrían apenas dos trenes diarios y producían generalmente entre 3 y 4 góndolas diarias de mineral.

Ferrocarril de vía angosta, Cananea a Puertecitos

El ferrocarril a Puertecitos, debido a lo quebrado del terreno y altura que se tenía que alcanzar, cubría una distancia que en línea recta era de sólo once kilómetros en 24, con pendientes máximas de más del 5%, y más del 85% de la ruta con curvas de más de 30 grados.

Como resultado, mientras que los gastos de operación del ferrocarril de vía angosta a Puertecitos para 1906, cuando ya se había logrado desarrollarlo totalmente, fueron de poco más de $202 mil dólares por otro lado los ingresos del mismo y para el mismo periodo fueron apenas de $121 mil dólares.

Además estaban los accidentes producidos en ese tramo del ferrocarril a Puertecitos, como el ocurrido a fines de 1902 cuando seis góndolas de mineral se descarrilaron al escapársele al maquinista;  aunque no fue éste el único ya que hubo otros y más graves. Por ejemplo, el accidente ocurrido el 1 de marzo de 1903 que ocasionó la muerte del cambiavías John Madden y del empleado O. E. Foubre. Sin embargo, el mayor accidente ocurrió en la fundición con la muerte de los mineros Gerónimo Fontes y Manuel Encinas, cuando no fue detenido a tiempo el ferrocarril con los desechos de la fundición al final de la vía, y como consecuencia la locomotora que transportaba a cinco góndolas de desecho fundido se precipitaron por la pendiente, sepultando a Fontes y Encinas bajo el material candente. Según lo reportó el Heraldo de Cananea: “es casi cierto, y por razones caritativas deseable, que las dos desafortunadas víctimas hayan muerto instantáneamente.”

Otro problema recurrente al que se tenía que enfrentar Greene era a los intentos de distintos grupos para quitarle el control de la compañía. Esto ocurrió, por ejemplo, cuando un grupo de inversionistas, Thomas Gates, F. H. Ray y  Edwin Hawley, quienes gracias a sus inversiones en Cananea habían logrado ser parte de la mesa directiva de la compañía junto con Greene, contrataron a Anson Burchard como Vicepresidente de la Compañía. Burchard de inmediato se puso a analizar la operación de la mina en Cananea, y entre sus hallazgos estuvo el que Greene pagaba los mejores sueldos en México.

Así fue cómo, empezando 1903, los maquinistas estadounidenses del ferrocarril a Puertecitos, que eran miembros de la Hermandad de Maquinistas y recibían un sobresueldo del 25% por trabajo peligroso en esa ruta, recibieron la noticia de que de inmediato serían cancelados esos sobresueldos y reducidas sus horas de trabajo, de 12 a 10 horas diarias. Como resultado del bloqueo subsecuente, toda la planta tuvo que suspender operaciones, lo que le costó $15,000 dólares diarios a la CCCC. Y para intentar resolver el problema, de inmediato se contrataron más maquinistas, aunque los que llegaron, al saber lo que había sucedido de inmediato renunciaron también. Como resultado, Burchard tuvo que extender el plazo de terminación del pago de sobresueldo hasta febrero.

Estos problemas ocasionados por los intentos de Burchard para hacer más eficiente el funcionamiento de la mina fueron aprovechados por inversionistas como Gates, Ray y Hawley, quienes además de adquirir a Burchard también contrataron a John Farish, de Denver, a que realizara un análisis independiente de la operación de la mina; y de inmediato empezaron a vender grandes cantidades de acciones de la compañía.

Cuando se hizo público, el reporte decía que la mina estaba casi agotada, lo que trajo como consecuencia que el precio de las acciones se vinieran abajo. Poco después estaba planeada la sesión de accionistas de la compañía, por lo que el plan de este grupo era vender primero y cuando los precios de las acciones alcanzaran su mínimo valor, adquirirlas nuevamente y así lograr el control de la compañía. Sin embargo, Greene consiguió el apoyo del Dr. James Douglas, de la compañía Phelps Dodge que operaba la mina de Nacozari, y con el millón de dólares que éste le facilitó logró expulsar a sus cuatro oponentes, recuperando, así, el control de la mina de Cananea.


Sunday, December 23, 2012

Años de bonanza en Cananea


El mineral de Cananea sería desarrollado y en enero de 1901, gracias a la conclusión de un horno, de inmediato se incrementó la producción de cobre. Al mismo tiempo nacía el poblado de Cananea, no siguiendo la tradición histórica mexicana de establecer un Fundo Legal, territorio público que sirviera para que allí se estableciera la población, sino como una propiedad privada perteneciente a Greene.

George Perkins
En 1885, el Senador de California, George C. Perkins, y otros, habían comprado un millón de hectáreas en esa región con la intención de dedicarlas a la ganadería, aunque nunca las trabajaron, y empezando 1901 Greene adquirió esa posesión.

Por entonces había dos poblados allí: Cananea Vieja y El Ronquillo y ambos tenían una población total de unos 3,500 habitantes, aunque gracias al desarrollo que había traído la minería, la primavera de 1902 se alcanzaban 12,000. El problema que tenían era que estaban ubicados sobre terreno quebrado, y además dentro del terreno de la compañía minera.

Para resolver esa situación, Greene ordenó trazar las calles de un nuevo poblado sobre la mesa norte, como se le llama, que es una planicie elevada que se extiende hacia el Este de la fundición, y así alejarlo del quebrado terreno del Ronquillo y Cananea Vieja, y el Congreso de Sonora decretó su fundación el 13 de octubre de 1901.

El poblado inicial de Cananea sobre una imagen actual
Era un poblado “privado” en terrenos de William Cornell Greene, quien donó los lotes necesarios para construir la infraestructura social y que el municipio tuviera para vender.

El resto lo conservó Greene como propiedad privada y allí construyó su mansión en el extremo oeste de la mesa, en la orilla que dominaba la cañada del Ronquillo y Cananea Vieja, este último poblado que fue obligado a ser desmantelado ya que ocupaba terrenos de la compañía.

El banco de Cananea fue inaugurado en enero de 1902, el hospital y el hotel Sonora en septiembre, los bomberos en noviembre y el rastro en diciembre.  Los acompañaría la tienda de la compañía, el hospital y la escuela con 246 alumnos, así como el cementerio, la cárcel y la presidencia municipal.

Sin embargo, el mecanismo diseñado para la asignación de lotes, alejado de la tradición histórica y cultural mexicana, causó fricciones de inmediato, como lo apreciamos en la queja de algunos cananenses en 1902: La compañía “ha puesto cercos en todas direcciones, obstruyendo calles y avenidas … dejando a cientos de miles de almas [cifra exagerada, sin duda] sin medio de comunicación, o de entrar o salir de sus propias casas;”  además, la fuerza pública se encargaba de hacer cumplir esos límites y expulsaba a quien no los obedeciera.

Y por otro lado, la tendencia a la eficiencia y simplificación administrativa estadounidense llevó a que los pequeños comerciantes que, acostumbrados al sistema mexicano de libre comercio, y que se veían ahora bloqueados, interpretaban esos ataques como intentos de la compañía para apoderarse de su actividad económica. Así sucedió, por ejemplo, con el monopolio del rastro de ganado, compañía de Greene que penalizaba el sacrificio ganadero por quien no perteneciera a la compañía. Ese problema hizo surgir, ya desde mayo de 1902, la semilla del descontento, por ejemplo en la queja de unos cananenses: “¿Porqué toleran los mexicanos ser tratados como bestias y ser expulsados de su propia tierra como si fueran extranjeros?”

Y mientras nacía el poblado de Cananea, al mismo tiempo la bonanza del cobre llevaba a los inversionistas a llenarle las bolsas a Greene, dinero que era invertido en la construcción del poblado y en un ferrocarril que comunicara a Cananea con Naco. Pero además, Greene compró el rancho Palominas del lado arizonense de la frontera y se convirtió en dueño binacional ganadero, ya que poseía toda esa planicie que va desde Cananea y cruza la frontera hasta Arizona, y para criar ganado en esa región, organizó la Greene Cattle Company en Arizona, seguida de la Cananea Cattle Company en Sonora. A la compañía sonorense le asignó la marca RO mientras que a la arizonense la OR.



En el mapa adjunto se muestran en forma aproximada las posesiones de Greene

Y para explotar los minerales de oro y plata en Sonora y Chihuahua también creó la Greene Gold-Silver Company, además de que su incursión en Chihuahua lo llevó a adquirir grandes extensiones de bosques chihuahuenses para explotar su madera, y así formó la Sierra Madre Land and Lumber Company. Y como fuente energética para hacer funcionar toda esa actividad económica logró una concesión para construir una presa hidroeléctrica sobre el río Aros. Finalmente, como conclusión de ello, para conectar todas estas posesiones compró el Ferrocarril Rio Grande, Sierra Madre y Pacífico con la idea de construir una red ferroviaria que conectara a Cananea con Guaymas y Nogales en Sonora, así como con todo Chihuahua y Nuevo México.

No todo era miel sobre hojuelas, sin embargo. También surgieron problemas por diferencias en las tradiciones legales de México y los Estados Unidos, como la posesión indivisa de terrenos que contemplaba la ley en México. Eso pasó, por ejemplo, cuando Greene quiso hacerse de los terrenos del Ojo de Agua, aledaño a Cananea, y se topó con que había siete herederos de Arvallo, cada uno con demandas diferentes, y que además eran dueños “indivisos” de esos terrenos, o sea que su posesión por ley no estaba dividida de las demás y no importaba qué tan pequeña fuera ésta, ellos podían hacer uso de toda la superficie de esa posesión.

Sunday, December 16, 2012

Greene y Cananea


George Mitchell
Ya cubrimos en el artículo anterior los últimos años del siglo XIX para Greene y el inicio del desarrollo de  Cananea. Las minas que había adquirido de la viuda del General Ignacio Pesqueira no fueron las únicas, ya que también se asoció con George Mitchell para formar otra compañía minera cananense, la Cobre Grande Copper Company, aunque su desarrollo lo frenó la falta de agua y transporte.

El problema del agua obligaba a que la fundición de Cobre Grande trabajara pocos días mensualmente, mientras que para resolver el problema del transporte, en mayo de 1899 la compañía solicitó en México permiso para construir dos vías férreas: una, de vía estándar, entre Cananea y un punto que interconectara con el ferrocarril ya construido, cerca de Bisbee en Arizona; y la otra para un ferrocarril de vía angosta que comunicara la fundición con las minas de la falda Noreste de la Sierra de Cananea, hasta Puertecitos.

Los costos de operación pronto se elevaron;  Greene no podía pagar ni los salarios de los mineros ni el adeudo de $20,000 a la viuda de Pesqueira, que vencía el 22 de noviembre de 1899, y para resolverlo invitaron a J. H. Costello, un hombre de negocios de Nueva York, a que adquiriera el 75% de las acciones de Cobre Grande por $37,000 dlls.

La mina Cobre Grande, en Cananea
Así, Costello se convirtió en Presidente de Cobre Grande el 22 de julio de 1899 e inmediatamente colocó a Con O´Keefe como Administrador General de la compañía y construyó un acueducto para resolver el problema del agua, iniciando las operaciones para producir y vender cobre.

Al saberlo, Greene partió de inmediato a Nueva York a conseguir más dinero con otros inversionistas del Este de la nación vecina, y ya allí transformó su personalidad: de un minero arizonense llamado William Cornell Greene, se convirtió en el “Coronel” Greene, con bastón, sombrero de copa y lujosos trajes, hospedándose en el famoso hotel Waldorf Astoria.

Además, en las cortes mexicanas argumentó que la compañía Cobre Grande nunca había adquirido algún permiso que evitara la prohibición constitucional mexicana a extranjeros para hacerse de títulos cerca de la frontera; además, cuando regresó de Nueva York, Greene entregó en Nogales, Sonora, el 9 de octubre de ese año los papeles de incorporación de la Cananea Consolidated Copper Company, S. A. que operaría las minas de Cobre Grande. Y en seguida se dirigió a Arizpe, y en el Juzgado de Distrito obtuvo una orden que declaraba inválidas las minas de Costello. De regreso, acompañado de un grupo de rurales armados se dirigió a Cananea, en donde Con O´Keefe inicialmente rehusó hacer entrega de las minas hasta que los rurales lo persuadieron a hacerlo el 13 de octubre. Así, Greene imposibilitaba que Costello pagara el resto del adeudo.

Este, a su vez envió a sus hombre a Arizpe y forzó que el Juzgado se retractara de su orden anterior y enviara a otro grupo de rurales armados, los que al llegar a Cananea encontraron que la gente de Greene se había parapetado en las oficinas de la compañía. Así permaneció toda esa situación hasta que los rurales decidieron abandonar el sitio y no intervenir en los pleitos entre dos grupos de estadounidenses. Y aunque poco después se emitió una orden de arresto contra Greene, para entonces éste había abandonado Sonora, y no fue sino hasta un año después que la Suprema Corte de Justicia declaró inválida la acusación en su contra. Mientras todo ésto sucedía, Greene, que había logrado dinero en Nueva York, continuó adquiriendo más minas en Cananea, y para cuando logró el control nuevamente de Cobre Grande ya era dueño de una franja de terreno de cerca de dos kilómetros de ancho y 5 de largo.

Uno de los tractores adquiridos
Ahora, el problema a atacar era el desarrollo de Cananea. Se colocaron en la prensa mexicana y estadounidense anuncios de empleos para  mineros con los sueldos más altos en México, aunque los que respondieron no fueron suficientes. Además, para atacar el problema del transporte, Mitchell compró seis tractores de vapor impulsados por petróleo, con capacidad de unas 20 toneladas de carga para acarrear abastecimientos entre el ferrocarril y Cananea, aunque no fueron adecuados para el terreno de la región.

Greene y su hija Eva en 1899
De esta manera, las tareas de desarrollo en Cananea quedaron divididas entre Greene, que se encargaba de conseguir el dinero necesario; George Mitchell que se ocupó con el desarrollo del pueblo, concentradora y fundición; Jim Kirk con el de las minas, y E. A. MacFarland con el de las vías férreas.

A finales del otoño de 1901, el ferrocarril de vía angosta llevaba mineral a la fundición desde las minas más cercanas, como Capote, mientras que para llegar a Puertecitos, una distancia de 10 Km en línea recta, se requirieron 24 Kilómetros de vía, con pendientes de más de 5% y el 85% de la ruta con curvas de más de 30°, obra que sería concluida hasta 1903. Además, el 9 de enero de 1902 era terminado el ferrocarril entre Cananea y Naco. Para entonces, Greene valuaba su fortuna en más de 14 millones de dólares.

Sunday, December 9, 2012

El inicio de Cananea, bajo Greene


Ignacio Pesqueira
El fallecimiento de Don Ignacio Pesqueira García en 1886 coincidió con un cambio general de las condiciones socioeconómicas, no únicamente de Sonora sino de alcance mundial.

En lo regional, en 1880 había sido concluido el Ferrocarril que atravesaba de Este a Oeste al entonces territorio de Arizona en su porción Sur, pasando por Benson, tan sólo a 50 kilómetros de la frontera (como se aprecia en el mapa adjunto) y para controlar el contrabando, ese mismo año el gobierno de México estableció cuatro aduanas en la frontera de Sonora con Arizona, en San Pedro Palominas, en el entonces rancho Los Nogales, en Sásabe y en Quitovaquita (actual Sonoita).

En particular, la aduana de San Pedro cubría el comercio entre Tombstone, en Arizona, y Bacoachi, Arizpe, Delicias y demás poblados del Río Sonora, así como con los del río Bavispe como Fronteras, obviamente pasando por las casi deshabitadas minas de Cananea. También, esa década desaparecieron los constantes ataques Apaches, el último de ellos ocasionado por el apache Gerónimo en 1886, quien mató ese año a un bisabuelo del autor de este artículo al sur del actual Agua Prieta.



View Aduanas fronterizas de Sonora in a larger map

Además, la apertura comercial llevó a que la frontera tendiese a desaparecer. John Hohstadt, de Tombstone, había adquirido unas 200 mil hectáreas en terrenos ganaderos por Cananea y organizado la California Land and Cattle Company, igualmente surgieron actos de bandidaje internacional, como los de los Clanton o los hermanos McLaury que robaban ganado en cualquier lado de la frontera para venderlo del otro, y ocasionaban asesinatos como el de ocho mexicanos, en julio de 1881, en el Cañón de los Esqueletos (en la frontera entre Sonora - Chihuahua - Arizona y Nuevo México), acto que seguiría con la emboscada y muerte de otro grupo mexicano que viajaba de Fronteras a Tombstone, lo que llevó a que se organizara en Bavispe un grupo para hacerse justicia. Así, dos semanas más tarde los bandidos fueron muertos en el mismo cañón.

Acompañando a esta violencia regional, también se avecinaban cambios profundos en la infraestructura económica mundial. El más importante fue la decisión de Thomas Alva Edison, en 1882, de utilizar al cobre como el conductor de la electricidad, decisión que desembocó en el mejoramiento de los procesos de refinación del metal, de químicos a electrolíticos, para quitarle las impurezas al cobre e incrementar su conductividad, y así creció el interés mundial por las minas de cobre, así como en Sonora por los terreros desecho de las antiguas obras mineras que contenían mucho cobre, haciéndolos también propensos a ser explotados. El problema fue que estas nuevas empresas no llegaron con buena actitud para con los mexicanos.

En Cananea, en 1881 la compañía minera Unión Mexicana, cerca de Puertecitos, había sido vendida a una compañía de Cleveland que construyó una pequeña refinería en el arroyo Cuitaca, la que cambiaría después a Puertecitos. El problema fue que su administrador, de apellido Bennett, fue asesinado por los mineros por el maltrato que les daba, y poco después otro estadounidense, el Coronel R. F. Morton, quien administraba la mina Que Esperanzas sufrió la misma suerte, mientras que otra aventura minera más, la Copper King Company igualmente terminó con una batalla a balazos contra las autoridades mexicanas.

William Cornell Greene
Bajo estas circunstancias, William Cornell Greene había llegado a Tombstone, Arizona, buscando hacer fortuna alrededor de 1880 y trabajado allí bajo las órdenes de James Kirk, con quien se asoció para explotar otras minas en Sonora, cerca de Arizpe, como la Oso Negro.

En sus viajes a Sonora, Greene indudablemente se dio cuenta del potencial que tenía Cananea, no como mina sino para reprocesar sus terreros, llenos de cobre, metal que había sido desechado anteriormente y que  el desarrollo de la electricidad volvía valioso.

Con ese fin, el 3 de diciembre de 1896 Greene logró un contrato con Elena, viuda del General Pesqueira, y adquirió en $1 además de $20,000 dlls pagaderos en 1899, las minas de Chivatera, Ronquillo, Cobre Grande y San Ignacio, asimismo se asoció con Henry Caraway, quien se había casado con la viuda de Pesqueira, y debido a que en julio anterior otro grupo de inversionistas, Tadeo Iruretagoyena (dueño de un molino de harina en Hermosillo) y Jacobo Stormann (comerciante de Magdalena)  habían comprado a los Pesqueira cinco minas más, ese mismo día de diciembre Greene  se asociaba con todos ellos y registraron en Tucsón, Arizona, la Compañía de Cobre de Cananea (Cananea Copper Company), emitiendo 200 certificados valuados en $20,000 para capitalizarla.

OK Corral, en Tombstone, ca. 1880
Pero no todo era color de rosa. Poco después se desarrollaría un juicio en Tombstone contra Greene por el asesinato en el famoso OK Corral del llamado Juez Jim Burnett; un personaje acostumbrado a dictar la ley (del oeste), y a quien Greene acusaba de ser el culpable de dinamitar un represo en su rancho y con esa acción ocasionar que se ahogara su hijita de 9 años de edad.

Finalmente, el 20 de diciembre de 1897 el jurado declaraba no culpable a Greene, que se aproximaba a los 45 años de edad, aunque esta pena siguió con la muerte de su esposa, en diciembre de 1899, víctima de cáncer.

Sunday, December 2, 2012

Pesqueira y Cananea


Después del intento de Ignacio Pérez y de los hermanos Arvayo para desarrollar las minas de Cananea, según vimos en el artículo anterior, éstas quedaron abandonadas hasta que Don Ignacio Pesqueira intentó trabajarlas. Pesqueira controlaría la gubernatura de Sonora por dos décadas y empezando su gobierno, en 1860 le encargó al Ingeniero Robert D´Aumaile investigar ese mineral. En su reporte, D´Aumaile se quejaría de que los problemas políticos habían desprovisto a Sonora de información sobre la historia de la mina, aunque podía mencionar varias en el lugar, de las que las principales eran: Ronquillo, Chivatera, San Rafael, Santo Domingo, Cobre Pobre, la de Plomo de Arvayo y además, en las cercanías se encontraban: Mariquilla y El Tajo.

¿Cómo era el Cananea de entonces? ¿antes de que naciera esa población? Para responderlo, afortunadamente contamos con el diario de un explorador, Adolfo Bandelier,  quien recorrió esa región en 1884, dos años antes de la muerte de Pesqueira y cuando nacía Nogales. Así, entrando a Sonora por el río San Pedro, Bandelier anota: “Febrero 21, 1884: Partimos alrededor de las 8 A.M. siguiendo el San Pedro por su ribera derecha… Descendimos al Cananea, un vivaraz arroyo… [y llegamos a] un rancho bien fortificado con dos torres redondas, y luego entramos a la cañada hasta el Pinal. Muy pintoresco. Altamente romántico. Cruzamos el pequeño arroyo cuando menos treinta veces. Suficiente vegetación. Encinas, mucha yuca y sotol, nopales, agaves y las altas cimas de las montañas cubiertas de nieve. El General  Pesqueira y Don Epitacio Paredes me recibieron hospitalariamente… Dormí mal en las cabañas de madera a pesar de que no están tan altas ni tan frías, aunque éste es el punto más alto en Sonora.”

El antiguo fuerte de Cananea. Foto tomada alrededor de 1900
El torreón que menciona Bandelier, que hoy ha desaparecido y ya entonces se encontraba abandonado, se encontraba ubicado al Norte del actual Cananea. Estos torreones, que eran necesarios para la defensa contra los Apaches, fueron muy comunes en las haciendas de la Colonia (recuerdo , por ejemplo, que una tía me hablaba del que hubo en la hacienda de La Arizona, al Suroeste de Nogales). Por otro lado, el Pinal que se menciona era donde Pesqueira había construido unas cabañas en las que brindó hospitalidad a Bandelier, las que posiblemente estuvieron cerca del Puerto de Cananea.  Pero regresemos al diario de Bandelier:

“Febrero 22: El General partió temprano con casi todos. Yo seguí a pie y fui con Julián Zubía a la mina, que está en una cañada, cuatro y media millas hacia el Sureste…. Descendimos a una cañada profunda, boscosa. Los árboles son encinas de los dos tipos comunes. Las faldas de los cerros están cubiertas con grava, lo que hace muy difícil caminar. Fui a la mina y regresé.” 

Es decir, partiendo de las cabañas donde habían pernoctado, los viajeros se adentraron a la Sierra de Cananea siguiendo la cañada que cruza de Este a Oeste al norte de la población actual, pasando por El Ronquillo y por el pueblo hoy desaparecido de Buenavista y Chivatera ya dentro de los terrenos actuales de la mina.

En su descripción de estas mismas minas que, recordemos, entonces trabajaban por medio de túneles o tiros, no a tajo abierto como actualmente, D´Aumaile dice que el Ronquillo: “…tiene un grosor de entre tres y medio o cuatro pies de mineral muy rico, trabajada a una profundidad de 80 pies. Tiene varias bocas y está llena de agua… Siguiendo por la cañada… un cuarto de milla más arriba llegamos a la mina de La Chivatera, que está situada sobre una pendiente muy pronunciada... Los minerales son varios de cobre, plata y plomo, prevaleciendo los de cobre. Los terreros están llenos de buen metal y a sus pies corre un arroyo permanente que no es adecuado para usar debido a la impregnación de metales pero muy bien ubicado para lavar los desechos de la mina. El metal que se tira en los terreros, el que se encuentra en las haciendas y el de los jales le proporcionaría una fortuna respetable a un europeo.  Trescientas yardas más arriba está un salón abierto -no lo puedo comparar con nada más-, con una pequeña pila de desechos a un lado; es la mina o Tajo de San Rafael.  Y más arriba por la cañada está la Mina de Plomo de Arvayo…”

La cañada actual. Buenavista en la esquina inferior izquierda
Hoy, todas estas minas han desaparecido debido al cambio de tecnología minera, de tiro a tajo abierto. El Ronquillo se ha convertido en uno de los barrios de la antigua Cananea, y gracias al recorrido que le debo al Ingeniero Humberto de Hoyos, un cananense profundo conocedor de su región, pude reconstruir la ubicación de las demás minas mencionadas por D´Aumaile.

Continuando por la cañada que menciona el texto puede uno ver algunas ruinas de la antigua población de Buenavista, por donde estuvieron las minas La Chivatera, La Demócrata, La Veta Grande, todas las cuales han sido cubiertas actualmente por los jales de las nuevas obras y, al fondo de esa cañada, siguiendo la cama del antiguo ferrocarril a Puertecitos (cuyo trazo se muestra, serpenteante en la fotografía adjunta), antes de que ésta dé vuelta para empezar a ascender la sierra, también se encuentran las ruinas de Capote…

Después de dejar la gubernatura, Pesqueira continuaría trabajando la mina de Cananea, así como la de Santa Elena, cerca de Banámichi, y sus haciendas de Delicias y Bacanuchi hasta su fallecimiento en 1886.