Sunday, May 20, 2012

Del establecimiento de la aduana en Nogales a la construcción del Ferrocarril de Sonora

En el artículo anterior en esta serie escribía acerca de la conjunción de factores tanto regionales como nacionales e internacionales que llevaron al establecimiento de aduanas fronterizas en agosto de 1880 entre Sonora y Arizona, no únicamente  en el entonces abandonado rancho los Nogales sino también en Palominas, Sásabe y Quitovaquita. La razón principal para establecer estas aduanas fue la necesidad de controlar la frontera, en especial el contrabando que entraba a Sonora debido a la construcción del ferrocarril que atravesaba de Oeste a Este por el sur del entonces Territorio de Arizona, y que para marzo de 1880 había llegado hasta Tucsón desde Yuma.

La mojonera internacional erigida en 1855
El primer administrador de la aduana de Los Nogales, Jacobo Andonaegui, llegaba por barco a Guaymas a finales de ese año de 1880, y tomó posesión de su puesto el 11 de octubre. Por entonces, los adobes de las vacías casas del desierto rancho Los Nogales, situadas en el actual Nogales, Arizona, en inmediaciones de donde parte hoy la carretera rumbo a Patagonia, gradualmente regresaban a la tierra de la que habían sido formados,  mientras que en el centro de nuestra actual ciudad fronteriza sonorense únicamente una mojonera de piedras, erigida en mayo de 1855 a la sombra del acantilado que hoy se encuentra la calle Elías, definía una frontera que únicamente lo era de nombre. Por eso el nuevo administrador de la aduana y sus empleados fiscales tuvieron que instalarse en carpas, y tal vez debido a la existencia de una región pantanosa en las inmediaciones de la frontera, éstas no fueron levantadas cerca de esta mojonera sino un poco más hacia el sur, probablemente en o cerca del Puerto de Encinas, desde donde podrían controlar todo el comercio regional.

La soledad de la cañada únicamente se veía interrumpida por las diligencias que aprovechaban el paso de la cañada y cruzaban por aquí hacia el otro país. Como vimos en el artículo anterior, las líneas de diligencias sonorenses se habían multiplicado, mientras que por el lado de Arizona, diariamente partía una a las 7 AM de Tucsón y pasaba por Calabazas (actual Río Rico)hasta llegar a la “línea de nogales Sonora,” hasta donde costaba $6.50.

Mientras sucedía todo ésto en el ámbito local, en el internacional la compañía Atchison, Topeka & Santa Fe competía por entonces con la Southern Pacific para construir una línea férrea trascontinental en el Sur de la Unión Americana que quedara libre de las nieves invernales. Obviamente, mientras más hacia el Sur fuera construida, más probabilidades tendría de evitar nevadas.  Así, la Atchison se hizo de una antigua concesión para construir una vía férrea que partía de Guaymas y se dirigía directamente al Paso, sin pasar obviamente por Los Nogales, por lo que a partir de 1879 empezaron a llegar los materiales al puerto sonorense y el 17 de noviembre, a las 4 PM, se dejaba oir el silbato de la primera locomotora en Sonora.



El ingeniero encargado de la obra en Sonora era William R. Morley, mientras que el Ing. Antonio Moreno  fue nombrado por nuestro gobierno como Inspector General. Para enero de 1880 habían sido tendidos los primeros 10 kilómetros de vía desde Guaymas, y en noviembre llegaba a Hermosillo. Se planeaba que después se dirigiera de allí al Paso a través de la ruta Ures, Río Sonora, El Paso, aunque el Ing. Leopoldo Zamora, quien para entonces había sustituido a Moreno, encontró que si se cambiaba la ruta por otra que fuera hasta Magdalena y de allí al Paso, se disminuiría el costo de la construcción en casi la mitad, y ya después, en Magdalena, el Ing. Morley encontró a su vez que si la ruta se hacía pasar por el Paso Los Nogales, se ahorraría distancia para conectarlo con la línea ya construida en Arizona, que para entonces había pasado por Tucsón y llegaba a Benson.

Carlos Ortiz Retes
Hubo ciertas disputas sobre este nuevo cambio, y no fue sino hasta el 16 de diciembre de 1881 que el gobierno de México autorizaba el nuevo cambio de ruta para que pasara por Los Nogales. Para entonces, el administrador original de la aduana en Los Nogales había sido sustituido por el contador, Francisco A. Gea.

Sería muy largo hablar aquí de las peripecias, de los incidentes por los que pasaron los constructores de la línea, tanto en Sonora como en Arizona, ya que era tendida la vía desde ambos extremos. Entre otras estuvo la caída del gobernador Carlos Ortiz Retes, hecho que ocasionó un retraso en la construcción del lado sonorense. Para el 23 de septiembre de 1882 la cama de la vía llegaba por el lado sonorense 15 kilómetros al norte de Magdalena, mientras que del lado arizonense había sido tendida hasta 5 kilómetros de la frontera y se planeaba inaugurarla el mes próximo.  Pero el espacio se me agota, por lo que en el próximo continuaré con esta crónica.

1 comment:

  1. Muy interesante y acertada tu lección de historia. Soy Agente Aduanal y conocía muy por encima este relato. Saludos!

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